Mi oferta para
María Langarita consiste en la reconversión de su actual vivienda en una casa
capaz de dar cabida tanto a sus necesidades actuales como futuras. Ofrecerle
una manera de relacionarse con la ciudad, integrándose en ella para poder
evolucionar conjuntamente sin necesidad de una tabla rasa cada x tiempo. Esto
se debe a mi interés de encontrar un equilibrio asumible entre la vida moderna
y la naturaleza. Compaginar dos modelos que hoy parecen enfrentados y en el que
cientos de personas trabajan actualmente para poder resolver.
Para ello he
fijado mi atención en dos personajes vivos que forman parte de la vida urbana
del barrio de Arturo Soria en Madrid-enclave de mi proyecto-. La vegetación y
los habitantes.
LA VEGETACIÓN
En primer lugar,
se trata del elemento más situacional. La presencia o no de hojas, su
abundancia, coloración o floración nos sitúa claramente en una estación
concreta. Marcan el ciclo de la vida urbana. Cuando las sombras de las copas de
los árboles recaen sobre los bancos, los viandantes se sientan si hace calor, o
todo lo contrario en los días fríos. Incluso la especie puede ser un elemento
situacional de identidad como lo son las palmeras en Elche.
También conectan
o desconectan visualmente el espacio público y privado. El entresijo de copas
que se produce en primavera consigue crear un manto verde que unifica y
difumina límites. Mientras que los cipreses o enredaderas colocados sobre tapias
rompen la línea visual y delimitan claramente que esta fuera y que está dentro.
Algo a tener en cuenta ya que pretendo integrar un hogar, el espacio privado
por excelencia dentro de la vida urbana. Para ello huiré de esto último.
Por último también
hay que tener en cuenta la repercusión tanto ecológica como sensitiva que los
espacios verdes nos transmiten. La ecológica es indiscutible, reducen la
contaminación, atraen la lluvia como si de una bomba biótica se tratase, o
reducen el impacto acústico. Integrar estos aspectos resulta interesantísimo si
lo que se busca es una coexistencia armoniosa en el tiempo. En cuanto a la
sensitiva (los olores, ruidos de insectos, pájaros, humedad) busco que sea un factor
que me ayude a dar cohesión, a tejer espacios y relaciones para que los
tránsitos no sean tan bruscos.
LOS HABITANTES
http://www.youtube.com/watch?v=1gRIbpctbSU
Me he apoyado en
este video ya que muestra como una actividad común como es el mercado ayuda a favorecer
las relaciones vecinales duraderas y a crear un sentimiento de integración que
propicia el cuidado de espacios comunes y la búsqueda de un espacio mejor para
todos.
En el video se
observa como se conocen, como la relación avanza en el tiempo y como siguen
vinculados a un mismo espacio. Esto es algo que no ocurre en la actualidad-pero
que busco crear- en el barrio de Arturo Soria al tratarse de un zona
residencial con poca mixticidad de usos. Para modificar esta situación es necesario
crear una actividad o fin común que consiga interesar y atraer al vecindario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario